Transgresiones

En el jardín del Edén la única posibilidad para acceder a la ciencia pasaba por comer de la fruta expresamente prohibida. Cuando los hombres comieron de ella se produjo el primer desacato a una ley cometido por la humanidad. A partir de entonces la transgresión pasó a formar parte de su naturaleza.

La Biblia no deja constancia de las impresiones que pudieran haber transmitido Adán y Eva a sus descendientes sobre el Edén.
Así pues, el dar por descontado que vivir en el Paraíso es mejor que vivir fuera de él es algo añadido por personas que no estuvieron allí.